jueves, 28 de abril de 2011

Época Contemporánea

Texto Narrativo
Tema: El paso del tiempo

Salí de mi casa con mi nieto hacia el museo, y en el momento que me tomo de la mano note algo muy peculiar. Mi piel desgastada con los años se veía tan opaca y arrugada contra la piel fresca y joven del niño…

Cuando este se da cuenta que mi cuerpo está junto a él, pero mi mente está en otro lugar, me pregunta: “Abuela ¿Por qué estas tan triste?” y con esa simple pregunta mi mente empieza a producir miles de dudas. ¿Realmente me entristece el hecho de envejecer? ¿Por qué surgiría tristeza en mí por el hecho de hacerme más vieja? ¿Es la muerte lo que me asusta? No, todo estos años han valido la pena.

En el colegio era una joven, hueca y sin conocimiento. Buscando diversión, andaba de fracaso en fracaso sin aprender nada. Pero a medida  que comenzaron las etapas de mi vida, un suceso me cambio ese pensamiento. El día en que mi madre murió el dolor, los llantos y la oscuridad me invadieron indudablemente. Todos esos obstáculos que hubo en el camino siempre tuvieron su recompensa con momentos llenos de risas, regalos y luz. Todas estas experiencias que no pudieron existir sin el paso del tiempo, me llenaron de sabiduría. Por eso, ahora que me quedan pocos años de vida no me asusta ni la muerte ni el envejecimiento, porque el paso del tiempo me condujo progresivamente a mi propósito de vida.
Mano de la abuela y del niño.

Después de varios minutos sin responder, el niño me volvió a hacer la misma pregunta: “Abuela ¿Por qué estas tan triste?” Pero esta vez sin pensarlo más de dos veces le respondí tiernamente: “No estoy triste. Al contrario, estoy feliz y agradecida por todos estos años.” Y con eso me di cuenta que después de todo, la vida y el tiempo, me dieron el mejor final para mí.

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